Nuestro PDC lo hicimos en el Instituto Permacultura Montsant. Allí, lo que había comenzado como una inquietud por saber cómo vivir en el campo, cobró mayor sentido aún. Fue un PDC muy especial, porque además de contar con las 72 horas de teoría, incluyó más de 200 horas de prácticas durante 7 semanas de convivencia con los otros aprendices y con los directores del instituto.
El curso comenzó en febrero, por lo que las prácticas coincidieron con las tareas de inicio de temporada. Participamos en la planificación de los huertos, hicimos semilleros, de hortalizas y arbustos, en bandejas dentro del invernadero y al aire libre, directamente en la tierra y mesas de cultivo. Aprendimos a hacer poda de formación en un seto cortavientos y poda de producción en olivos, almendros, avellanos, groselleros y viñas. Iniciamos un lombricompost con balas de paja. Sembramos patatas con dos métodos diferentes, el tradicional en surcos y el método permacultural en paja. Cuidamos gallinas encargandonos de ellas por turnos de una semana. También participamos en una experiencia de regeneración de suelos con rotación de ovejas. Aprendimos a manejar las vallas eléctricas y a mover el rebaño. Desbrozamos parcelas, sembramos a voleo mezclas de leguminosas y gramíneas, algunas veces sobre el terreno roturado y otra sobre la parcela desbrozada justo antes de dejar entrar a los animales, para que entierren las semillas con sus patas. Transplantamos arbustos leguminosos en taludes y bordes de parcelas.
El curso terminó justo después de transplantar los primeros tomates desde el semillero a macetas individuales para que continúen su desarrollo.
Durante el curso, nuestra pasión por aprender sobre la vida en el campo fue creciendo y decidimos quedarnos en el instituto para un aprendizaje de larga duración.
Aprendizaje práctico avanzado en I.P.M.
Después del PDC de 7 semanas (11 de febrero a 1 de abril de 2011), nos quedamos en el instituto Montsant algo más de un año (hasta 24 junio de 2012). De esta forma pudimos darle continuidad a los aprendizajes prácticos del PDC y seguir la evolución de la finca durante casi un año y medio.
Evidentemente relatar todo lo que aprendimos en este tiempo sería demasiado largo, así que vamos a centrarnos en el aprendizaje relativo a cuatro áreas principales: gestión de huertos, gestión de gallinas y pollos, agricultura regenerativa con ovejas y gestión de aguas.
Gestión de huertos
Además de la gestión y mantenimiento de los huertos existentes en el instituto, trabajamos en la creación de varios nuevos huertos.
Aprendimos a hacer bancales profundos con la técnica de doble excavación. Creamos los caminos e instalamos el sistema de riego. También usamos pollos y gallinas como recursos biológicos para preparar la tierra antes de sembrar.
Aprendimos las particularidades de diferentes hortalizas, sus necesidades, épocas de siembra, transplantes, cuidados, cosecha, etc. Aprendimos sobre asociaciones, sucesiones, rotaciones y cómo hacer un uso intensivo del espacio y del tiempo.
Aprendimos sobre control de plagas, cuidando la salud del suelo, fomentando la diversidad de especies y favoreciendo la presencia de predadores naturales creando hábitats apropiados. En todo el tiempo que estuvimos, observamos que el sistema se autorregulaba a la perfección.
Hicimos muchos compost con diferentes materiales y aprendimios a usarlo para mejorar la fertilidad del suelo y para preparar sustrato para semilleros.
Usamos diferentes materiales para acolchar bancales y cultivos en hileras. Aprendimos a gestionar la fertilidad del suelo usando acolchados, dejando las raíces en el la tierra al cosechar siempre que sea posible, usando coberturas verdes y sembrando leguminosas.
También aprendimos a observar la tierra y las plantas para gestionar el riego de los distintos huertos a lo largo del año.
De todos estos aprendizajes, destacamos la importancia de la observación cuidadosa antes de hacer ninguna intervención, y la importancia de la diversidad tanto de plantas como de animales.
Gestión de Aguas
La gestión de aguas es un aspecto muy importante ya que se trata de un factor limitante en el desarrollo de proyectos. El instituto cuenta con una buena fuente de agua en la parte más baja de la finca. Una parte del caudal se acumula en una balsa de cemento que está junto a la fuente y otra parte se bombea usando energía solar hacia un depósito de ferrocemento que está más arriba de la casa principal. Cuando este depósito se llena, el agua pasa a una balsa ubicada en la parte alta de la finca, la cual también recoge el agua de lluvia de los caminos. Los sistemas de riego de los distintos huertos son en su mayoría por gravedad, tomando el agua de la balsa superior. Hay una pequeña parte de huertos que está muy lejos de esta balsa y están un poco por encima del nivel de la fuente, por lo que se usaba una bomba para hacer llegar el riego. Una pequeña fuente, un poco más abajo de la principal, se acumula en un pequeño estanque. El agua de este estanque se usa para una ducha solar ubicada en una terraza inferior.
Durante nuestra estancia allí, aprendimos a manejar el complejo sistema de tubos y llaves que lleva el agua de riego a todos los rincones de la finca. También aprendimos diferentes sistemas para reutilizar aguas de la casa principal y participamos en la construicción de una depuradora de aguas grises para la casa de estudiantes.
En este resumen queremos detallar principalmente la construcción de la depuradora y los sistemas de reutilización de aguas grises y amarillas que ya estaban construídos, de los cuales aprendimos a hacer el mantenimiento.
Construcción de la depuradora de aguas grises
La depuradora que construimos es para depurar las aguas de la cocina y la ducha de la casa de estudiantes. La canalización de las aguas las dirige hacia un bidón desfondado relleno de grava. La idea es sustituir el bidón por un sistema que filtre mejor el agua y permita crear una zona húmeda para plantas productivas.
Hacemos un diseño colectivo con los chicos del PDC en curso. El sistema que diseñamos consta de un primer filtro vertical, construído con módulos de madera y relleno de capas de compost, paja y rapa (desechos de la fabricación de vino), el cual se inocula con lombrices rojas. En la parte baja del filtro vertical se coloca una malla mosquitera para que el material no se vaya con el agua. Este filtro debe ser desmontable para poder renovar el material cuando se haya convertido en humus.
El filtro vertical se apoya sobre una bañera rellena de grava. Para darle unidad estética al conjunto, se recubre la bañera con un muro de piedra seca. Cuando esta bañera se llena, el agua pasa a otro receptáculo construído con piedras y barro, cubierto por material impermeable y también relleno de grava.
Finalmente, agua pasa a un pequeño estanque excavado en la tierra y cubierto con material impermeable. El material impermeable sobrante se cubre con barro, para que el borde del estanque absorba agua y la traspase hacia la zona circundante.
Parte del estanque se llenará de grava y se separará de la otra parte con un murete de piedras. Para terminar se ponen plantas depuradoras en la grava de las dos bañeras y en el estanque y se siembran todo tipo de hortalizas alrededor del estanque y en los espacios abiertos del filtro vertical.
En siguiente video se puede ver parte del proceso de construcción y el bonito resultado final.