La manera en que valoramos nuestra economía es diversa. No sólo tenemos en cuenta el dinero. Contemplamos otras formas de obtener lo que necesitamos, como pueden ser la colaboración, el intercambio y la producción de autosuficiencia. Quizás la forma más sutíl y difícil de cuantificar es la colaboración, como una especie de «ley de buenos vecinos». Es como un intercambio abierto, sin especificar. Ayudar siempre que se pueda, y obtener ayuda cuando se necesite, y siempre que se pueda.
De esa manera es posible utilizar herramientas que no tenemos, conseguir materiales que no disponemos, que nos traigan cosas de la ciudad cuando no vamos, compartir recursos y gastos, o incluso conocimientos. Colaboraciones tan simples como ir a cortar leña en conjunto, hacen el trabajdo más liviano y llevadero.
En Can Pou hemos tenido la suerte de contar con buenos vecinos, hemos ayudado y hemos recibido ayuda. La colaboración ha resultado para nosotros una muy buena y efectiva forma de economía.
La producción de autosuficiencia es una forma de economía más fácil de cuantificar y dependiendo del grado en que se desarrolle puede ocupar un lugar muy importante del sustento. Teniendo en cuenta que todo lo que producimos es dinero que no gastamos es sumamente importante para nosotros desarrollar este aspecto, ya que eso significa tener más tiempo para dedicarnos a lo que queremos y menos tiempo a conseguir dinero.
El huerto nos da buena parte de nuestro alimento, con todo tipo de hortalizas. Es nuestro almacén de comida, y donde mejor se conservan. También tenemos reservas de cosechas anuales como patatas, calabazas, o tomates de colgar. También hemos probado con conservas de zanahorias, remolachas cocidas y fermentados de diversas hortalizas.
La utilización de plantas silvestres comestibles también es una buena manera de autosuficiencia, y viene muy bien en determinados momentos del año cuando hay poca cosa en el huerto. Además del alto valor nutricional que tienen las especies silvestres.
Los frutales y otros árboles productivos también forman parte de esa autosuficiencia. En Can Pou por ejemplo, tenemos naranjas, manzanas, higos, ciruelas, peras, almendras, nueces y saúco con el que elabaorar delicioso fermentado.
La elaboración de pan casero con masa madre también es una excelente manera de aumentar nuestra autosuficiencia, reduciendo mucho el coste del pan, además de consumir pan sólo con harina, sal y agua, a diferencia de lo que se puede comprar en la tienda. Lo mismo sucede con todo lo que producimos, además de las ventajas de la autoproducción como forma de economía, tiene el beneficio en salud de consumir alimentos sanos.
También los alimentos de origen animal, han sido parte de nuestra producción de autosuficiencia y parte de nuestra economía.
En otro nivel de la economía están los intercambios, quizás es una forma de colaboración más específica. En este sentido quisieramos citar una experiencia en Can Pou. Un vecino de la zona tiene olivares pero está mal de la espalda y no puede recogerlos. Acordamos compartir el trabajo, los gastos del molino y el aceite. El resultado fue que entre tres personas obtuvimos 30 litros de aceite virgen ecológico cada uno, por tan solo 1 euro el litro.
Por supuesto que también necesitamos dinero para nuestro sustento, hay muchas cosas que no podemos producir y gastos que debemos cubrir. En este etapa de nuestra vida, en la cual estamos planificando nuestro gran proyecto de vida en Uruguay, mientras estamos en el proceso de diploma en Permacultura, nos enfocamos en actividades que podamos desarrollar en casa, sin sacrificar demasiado tiempo dedicado a nuestro hijo y el diploma. Para ello han servido nuestras habilidades en el desarrollo web y diseño gráfico para ir consiguiendo el dinero que necesitamos.